martes, 16 de febrero de 2016

FALSOS MITOS SOBRE LA SALUD BUCODENTAL

Como en todos los ámbitos de la vida, existen mitos o leyendas urbanas sobre la salud Bucodental. Hoy hemos pensado que estaría bien echar un ojo a algunos de ellos, que tenemos muy afianzados en nuestro día a día.

·         Los cepillos duros, hacer un cepillado brusco y los enjuagues fuertes limpian mucho mejor. Este es uno de los mitos más extendidos. Usar un  cepillo con cerdas muy duras o realizar brusco un cepillado, será la causa de desgaste del esmalte y de retracción de las encías. Los  enjuagues muy fuertes contienen un mayor porcentaje de alcohol y alteran la saliva produciendo sequedad de los tejidos, es recomendable un enjuague suave, dará los mismos resultados sin provocarnos alteraciones.

·         Comer chicle después de comer sustituye el cepillado. El chicle aumenta la salivación y el PH de la boca, pero eso no quiere decir que sea un sustitutivo del cepillado diario. Dentro de la gama de chicles es mejor los que contienen xilitol porque así evitamos los que tienen azúcar.

·         Las limpiezas bucodentales estropean el esmalte. La limpieza dental no daña el esmalte, ya que los aparatos que se usan lo que producen son unas ondas vibratorias que acaban con el "sarro" de la superficie del diente.

·         Es normal que sangren las encías con el cepillado. Esto es absolutamente falso, ya que el sangrado de las encías suele estar relacionado con la existencia  de bacterias patógenas, que pueden dar lugar a enfermedades como la gingivitis.

·         Es bueno pasarse el palillo de dientes. Esta afirmación es falsa. Los palillos no están diseñados para quitar la placa de los dientes y pueden producir lesiones. Para limpiar el espacio entre los dientes lo idóneo,  es la seda dental cuando apenas hay espacio entre los dientes o bien un cepillo interproximal, cuando hay un espacio suficiente.


Esto es solo una pequeña parte de los mitos creados alrededor de la salud Bucodental. La mayoría por tradiciones que hemos ido siguiendo durante años y años. Ahora nos toca ir erradicándolas poco a poco. 

HIGIENE BUCAL EN LOS NIÑOS

Siempre se le ha dado importancia a la educación en todos campos, pero no tanta a la higiene bucal de los niños. Establecer unos buenos hábitos de higiene bucal desde pequeños es el primer paso para tener unos dientes sanos toda la vida.
Es importante no tardar mucho en empezar a implantar el hábito de lavarse los dientes a los niños, es más, nada más erupciona el primer diente, se debe comenzar con el cepillado. Un cepillo acorde a los niños sería un cepillo con textura suave y cabezal pequeño. Los niños necesitan ayuda de un adulto para cepillarse los dientes hasta los 10 años de edad aproximadamente. Un niño pequeño no posee la habilidad manual para cepillarse correctamente y solo, y no es consciente de las consecuencias que acarrea una mala higiene bucal. Un niño ya mayor de 10 años puede cepillarse los dientes bajo la supervisión de un adulto. Es importante dar buen ejemplo, así, al cuidar los padres de sus propios dientes el niño recibirá el mensaje de que la salud bucal es algo importante. Todo lo que haga de la higiene dental una tarea divertida, como cepillarse los dientes junto con los niños o permitirles elegir sus propios cepillos dentales, fomenta una higiene bucal eficaz y estable en el tiempo.
Una dieta equilibrada es necesaria e importante para que sus hijos desarrollen dientes fuertes y resistentes a las caries. Además de vitaminas y minerales, la dieta de un niño debe incluir mucho calcio, fósforo y los niveles apropiados de flúor.
Los alimentos entre comidas de manera frecuente son el peor enemigo. Los azúcares y los almidones presentes en muchos alimentos como galletas, dulces, frutos secos, refrescos, galletas saladas y patatas fritas se combinan con la placa en los dientes para crear ácidos. Estos ácidos atacan el esmalte dental y pueden formar caries.
Cada "ataque de las bacterias de la placa" puede durar hasta 20 minutos después de finalizada la comida. Incluso un pequeño bocado puede provocar que la placa produzca ácidos. Por eso, lo mejor es evitar la ingestión de alimentos entre comidas.
Es importante tener en cuenta que ninguna bebida, excepto el agua, debe tomarse continuamente a lo largo del día, ni servirse más que con la comida y nunca a la hora de acostarse. Los niños a los que se suele administrar medicinas con exceso de azúcar a la hora de acostarse también corren el riesgo de formar caries. Estas caries no están causadas por los azúcares directamente, sino por los ácidos que se producen tras la ingesta alimentos azucarados y que usan las bacterias presentes en la placa o el sarro. El hábito de cepillar los dientes de forma regular y eficiente es la mejor solución para evitar la caries en los niños.