Siempre se le ha dado importancia a la educación en todos campos, pero no
tanta a la higiene bucal de los niños. Establecer unos buenos hábitos de
higiene bucal desde pequeños es el primer paso para tener unos dientes sanos
toda la vida.
Es importante no tardar mucho en empezar a
implantar el hábito de lavarse los dientes a los niños, es más, nada más
erupciona el primer diente, se debe comenzar con el cepillado. Un cepillo
acorde a los niños sería un cepillo con textura suave y cabezal pequeño. Los
niños necesitan ayuda de un adulto para cepillarse los dientes hasta los 10
años de edad aproximadamente. Un niño pequeño no posee la habilidad manual para
cepillarse correctamente y solo, y no es consciente de las consecuencias que
acarrea una mala higiene bucal. Un niño ya mayor de 10 años puede cepillarse
los dientes bajo la supervisión de un adulto. Es
importante dar buen ejemplo, así, al cuidar los padres de sus propios dientes
el niño recibirá el mensaje de que la salud bucal es algo importante. Todo lo
que haga de la higiene dental una tarea divertida, como cepillarse los dientes
junto con los niños o permitirles elegir sus propios cepillos dentales, fomenta
una higiene bucal eficaz y estable en el tiempo.
Una dieta equilibrada es necesaria e
importante para que sus hijos desarrollen dientes fuertes y resistentes a las
caries. Además de vitaminas y minerales, la dieta de un niño debe incluir mucho
calcio, fósforo y los niveles apropiados de flúor.
Los
alimentos entre comidas de manera frecuente son el peor enemigo. Los azúcares y
los almidones presentes en muchos alimentos como galletas, dulces, frutos
secos, refrescos, galletas saladas y patatas fritas se combinan con la placa en
los dientes para crear ácidos. Estos ácidos atacan el esmalte dental y pueden
formar caries.
Cada
"ataque de las bacterias de la placa" puede durar hasta 20 minutos
después de finalizada la comida. Incluso un pequeño bocado puede provocar que
la placa produzca ácidos. Por eso, lo mejor es evitar la ingestión de alimentos
entre comidas.
Es importante tener en cuenta que ninguna bebida, excepto el
agua, debe tomarse continuamente a lo largo del día, ni servirse más que con la
comida y nunca a la hora de acostarse. Los niños a
los que se suele administrar medicinas con exceso de azúcar a la hora de
acostarse también corren el riesgo de formar caries. Estas caries no están causadas por los
azúcares directamente, sino por los ácidos que se producen tras la ingesta
alimentos azucarados y que usan las bacterias presentes en la placa o el sarro.
El hábito de cepillar los dientes de forma regular y eficiente es la mejor
solución para evitar la caries en los niños.
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